José María Zavala, quien ha consagrado al Padre Pío dos libros (Padre Pío y El Santo) y dos películas (El misterio del Padre Pío y Renacidos), nos muestra brevemente el casco viejo de San Giovanni Rotondo: las casas de donde salían los habitantes del pueblo para recorrer el kilómetro largo que les separaba del convento capuchino donde a las cinco de la mañana celebraba misa San Pío de Pietrelcina (1887-1968).