La palabra atea o cuando aludir a Dios se convierte en la suprema impertinencia: con este sugerente título, Enrique Álvarez, cuyos artículos recogemos con frecuencia en ReL, habló el pasado 20 de enero en el Ateneo de Santander (España) sobre el cambio de referencias culturales y religiosas que ha vivido nuestra sociedad en las últimas décadas.