Con la alianza de Dios con el Rey David, Israel pasó a tener a Jerusalén como centro y a convertirse en una nación de sacerdotes. Todo quedaba encauzado para su hijo Salomón, a quien dio antes de morir unas instrucciones que debían guiar sus pasos y sirven también para guiar nuestra propia vida espiritual. Lo explican Beatriz Ozores y Jaime Fernández de Mesa en este curso sobre las Sagradas Escrituras de Mater Mundi TV. Pincha aquí para ver los capítulos anteriores.