La legalización del aborto en Argentina ha sido un duro golpe para el movimiento provida, porque esa victoria de la cultura de la muerte ha ido acompañada de la traición de algunos diputados y senadores a quienes se presumía entereza moral para no dejarse seducir por las presiones. Pero los argentinos no se rinden, y la lucha continúa: contra la ley, por un lado, y por otro para seguir salvando las dos vidas: la del bebé y la de la madre que, matándole, marca su propia vida para siempre. Faro Films ha recogido diversos testimonios de militantes dispuestos a seguir librando el buen combate.