Lunes, 23 de diciembre de 2024

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Cordileone habla duro y en la calle, ya harto
Miércoles, 23 de septiembre de 2020 08:40

El arzobispo de San Francisco (California), Salvatore Cordileone, convocó el pasado domingo a los fieles a una procesión del Santísimo por las calles de la ciudad y a una concentración con misas públicas, para protestar contra las restricciones que las autoridades demócratas del estado y de la ciudad han impuesto a las misas en los templos, discriminatorias respecto a cualquier otra actividad. «A la gente le duele no poder ir a la iglesia, no poder recibir los sacramentos, no poder ejercer su derecho a la práctica del culto recogido en la Primera Enmienda», afirma el prelado. «¡Hasta aquí hemos llegado!», expresó durante su alocución, recordando que las limitaciones al comercio se han levantado, mientras las de acceso a los lugares religiosos permanecen: «La ciudad mantiene restricciones irrealistas y agobiantes sobre nuestro derecho natural y constitucional al ejercicio de la religión». Monseñor Cordileone añadió que «servir con humildad no significa aceptar las injusticias. Luchamos por la gloria de Dios. Dios debe ser respetado en la sociedad». Comentando medidas como que, por ejemplo, en la catedral de San Francisco, donde caben 2500 personas, solo se pueda entrar de uno en uno, añadió: «No hay ninguna razón para estas medidas salvo poner a los católicos, poneros a vosotros, como los últimos de la fila. El ayuntamiento os ignora. Me ha quedado claro que no le importáis lo más mínimo. Para ellos, no significáis nada, no contáis. Es un insulto, una burla. Se están riendo de vosotros, y lo que es peor, se están riendo de Dios. No tenemos por qué sufrir injusticias. Ya hemos soportado pacientemente durante bastante tiempo. Ya es hora de reunirnos para dar testimonio de nuestra fe y de la primacía de Dios». Y concluyó: «Nuestra espiritualidad nos impulsa a alabar a Dios y a escrutar los pensamientos del Señor. Que Dios nos conceda su gracia para su gloria y por la unión de nuestra ciudad, de nuestro país y del mundo entero».