El Gobierno, por boca de su vicepresidenta Carmen Calvo, ha anunciado su disposición a destruir la Cruz que se alza en el Valle de los Caídos, la más grande del mundo, construida sobre una basílica única por la amplitud y altura de su nave y bóveda, horadadas en la roca. También quiere expulsar a la comunidad benedictina que reza allí desde 1957 por la paz de España y por las almas de los muertos en ambos bandos de la Guerra Civil (1936-1939). Pincha aquí para conocer más detalles de este propósito del Ejecutivo de Pedro Sánchez.