La bebé bielorrusa Sofiya sufre atrofia medular espinal, una enfermedad genética grave que produce atrofia muscular, con compromiso vital. La niña está siendo tratada en Israel, en el Hospital Infantil Schneider de Petah Tijva, al este de Tel Aviv. Yulia, su madre, la llevó a la iglesia de la Natividad, en Belén, para pedir por ella en el lugar donde nació Jesucristo. Así le reza a la Santísima Virgen al consagrársela: «Santa María, Madre de Cristo, vengo hoy aquí desde muy lejos para rezar por la salvación y curación de mi niña, Sofiya. Aquí diste a luz a tu hijo Jesús. Tú eres madre. Conoces el dolor de perder a un hijo. Sabes lo que es el dolor de una madre. Te ruego, queridísima madre María, tu oración para salvar a mi Sofiya, tu oración para que pueda salvarme y ayudarla, tu oración para librarnos de esta aflicción y de nuestro desamparo. Queremos vivir para honrarte con felicidad y alegría. He venido desde lejos a tu casa en Belén porque aquí alumbraste milagrosamente a Jesús. En este lugar te pido que intercedas por un milagro para mi Sofiya».