Nuestra cultura no es pagana, sino atea, sostiene el padre Santiago Martín. Y ya no «líquida», como se caracterizó en algún momento la postmodernidad, sino «gaseosa»: irracional y sin fundamentos. ¿Cómo combatirla? El superior de los Franciscanos de María sugiere el remedio de volver al culto a Dios, incluso quien no crea mucho en Él, siguiendo un profundo pensamiento del compositor español Manuel de Falla (1876-1946).