Este domingo ha fallecido, a los 104 años de edad, la actriz Olivia de Havilland, ganadora de dos Oscar, aunque no por dos filmes inolvidables con los que ganó la inmortalidad, Lo que el viento se llevó (1939) y Murieron con las botas puestas (1941). Hizo pareja romántica con Errol Flynn en varias películas, pero en ninguna remataron una escena de amor conyugal, síntesis y armonía de ilusiones y destinos, tan impactante como ésta, en la que el general Custer, consciente de que parte hacia una muerte segura en Little Big Horn, rompe disimuladamente el reloj que lleva siempre al combate para poder dejarle un recuerdo a su esposa. «Pasear a su lado por la vida fue muy agradable, señora», le dice evocando el momento, años atrás, en el que se conocieron, en una de las frases insustituibles de la historia del cine. No habiendo podido encontrar el corte en español, lo ofrecemos en inglés, pero puede verse en este blog una transcripción detallada e ilustrada de toda la escena.