Al afirmar que los problemas de la Iglesia postconciliar provienen del Concilio Vaticano II mismo, y no de sus malas interpretaciones, el arzobispo Carlo Maria Viganò, antiguo nuncio de la Santa Sede en Estados Unidos, ha abierto un debate en el campo usualmente denominado conservador. Se han formado dos bandos, explica Santiago Martín: los que concuerdan con esa opinión, en línea con lo que afirmó durante años el arzobispo Marcel Lefebvre (1905-1991), y los que, como el cardenal Walter Brandmüller -uno de los firmantes de los Dubia-, piensan que el Concilio puede entenderse en continuidad con la Tradición, pero fue mal aplicado por errores de gobierno. El padre Santiago Martín ve posible una ruptura y pide rezar por la unidad de la Iglesia.