La imagen de 46 recién nacidos en situación logística de expectativa de destino en Kiev sacudió hace semanas la conciencia mundial sobre los vientres de alquiler. Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, expresa el horror ante la deshumanización de este tráfico. Otro obispo ucraniano, Radoslaw Zmitrowicz, comparó también recientemente la ideología que hay detrás de esta práctica con la ideología comunista.