La llegada de Benedicto XVI a Alemania para estar con su hermano ha coincidido con una nueva proclama de uno de los grupos más activos en el «camino sinodal» germano. El padre Santiago Martín descubre en algunas de sus desviadas propuestas no más que un afán de poder mundado, al que contrapone el que, basado en la humildad y la obediencia, tuvo aquella ante quien hasta el mismo Dios se rendía: la Santísima Virgen.