El padre Arnaud Spriet es sacerdote de la Fraternidad de San Pedro y capellán militar que ha servido en Afganistán, y ahora tiene destino en los bomberos de Marsella. En este breve reportaje del arzobispado castrense francés, explica que hace guardias de 24 horas, como ellos, y su misión es estar a disposición para que expresen con confianza necesidades e inquietudes vinculadas al estrés de las situaciones a las que atienden. Cita como curiosidad que muchos de sus compañeros llevan tatuajes referidos a la muerte porque la muerte es algo que está en su horizonte, y eso supone para él una ocasión para hablarles del más allá.