Este martes, Donald Trump y su esposa Melania, que es católica, visitaron el Santuario Nacional de San Juan Pablo II en Washington, D.C., una cita acordada hace tiempo con motivo de la firma de una orden ejecutiva del presidente en favor de la libertad religiosa en el mundo. El arzobispo de la diócesis, Wilton Gregory, ha criticado al templo por considerar que se ha prestado a ser «manipulado».