El Mar de Galilea, o lago de Genesaret o de Tiberíades, es un lugar muy intesamente ligado a la predicación de Jesucristo, quien recorrió con frecuencia las poblaciones de sus orillas y en cuyas aguas obró milagros. Dos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, Massimo Luca y Tymoteusz Marszalek, cuentan algunos detalles interesantes sobre este enclave espiritualmente privilegiado.