Un monaguillo le ha puesto humor al obligado parón de sus tareas durante el confinamiento, grabando su duro entrenamiento para cuando pueda volver a servir la misa, en este caso la misa tradicional. Emulando a Sylvester Stallone en la película Rocky (1976), nos presenta distintas modalidades de musculación aptas para el exigente Confiteor lumbar, sentadillas para las genuflexiones, un gato para entrenar la verticalidad o el duro trabajo con cadenas de los brazos para que no flaqueen con el incensario.