Cuando concluya el confinamiento y reabran los templos con una «normalidad» adaptada a la pandemia, ¿qué ofrecerá la Iglesia a los fieles, tras dos meses de encierro sin sacramentos? Santiago Martín, superior de los Franciscanos de María, considera que no se darán por satisfechos con nada que no sea Dios y espiritualidad, Palabra y Tradición, y si no reciben eso continuará una debacle que dura ya sesenta años y abrió un paréntesis providencial con el encierro.