Según países y diócesis, lo obispos han tomado decisiones sobre el cierre de iglesias y/o limitación de las misas públicas a causa de la epidemia. El padre Santiago Martín pide a los fieles que cuando manifiesten su posición a sus prelados no caigan en el insulto, el desprecio o el juicio de intenciones, un terreno en el que quien saca partido es el demonio en su siembra de división. El confinamiento domiciliario debe servir para volver a la práctica del Rosario en familia y para prácticas de caridad y atención a los demás. En ocasiones basta el teléfono. Fuente: Magnificat TV.