Cuando más grave es la situación a la que se enfrenta un pueblo católico, más necesaria es la misa. Adolfo Marsillach (1928-2002) interpreta al padre Barrera, capellán militar del bando nacional durante la guerra civil, en El frente infinito, dirigida en 1959 por Pedro Lazaga. Cuenta la historia de un joven sacerdote, recién ordenado, quien tras conocer la dureza de la contienda se acobarda y piensa en renunciar a su puesto. Pero es justo en un momento de riesgo máximo, cuando, recién iniciado el canon de la misa para llevar a cabo la consagración, ya no hay vuelta atrás y va a renovar in persona Christi [en la persona de Cristo] el sacrificio del Calvario, cuando la sublimidad del misterio al que ha decidido entregar su vida le da la fortaleza necesaria para seguir.