Un grave accidente de tráfico dejó a Javier Abad, supernumerario del Opus Dei y padre de siete hijos, en una silla de ruedas. Su fe le ha servido para ofrecer su dolor físico (y el dolor de abandonar los propios planes) para convertirlo en ocasión de gracia, y para ayudar a su voluntad al logro de un objetivo: levantarse y andar. Pincha aquí para leer la historia.