Este miércoles, al entrar en la iglesia de Santa Ana en Jerusalén, Emmanuel Macron tuvo un altercado con la policía israelí, que insistía en protegerle dentro del templo, uno de los cuatro lugares de la ciudad que están considerados bajo soberanía francesa desde el siglo XIX. El presidente francés recordó que las reglas establecidas debían respetarse y no iban a cambiarse con él. Jacques Chirac vivió un momento similar en 1996.