El 18 de enero de 2018 murió en Alcalá de Henares el padre Luis María Mendizábal (1925-2018), sacerdote jesuita con fama de santidad, muy conocido por sus ejercicios espirituales y publicaciones, en particular por su impulso a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. El 18 de enero de 2020, al cumplirse dos años de su fallecimiento, varios cientos de personas se acercaron a rezar por su eterno descanso junto a la tumba donde recibió sepultura. No es la primera vez que esto sucede: durante estos dos años no han dejado de acercarse personas a la tumba del padre Mendizábal para dar gracias por su vida, pedir por su eterno descanso e incluso pedir su intercesión por diversas necesidades. No es extraño encontrarse flores en su lápida, devotos que rezan su estampa, o familias que le recuerdan con gratitud. La tumba del padre Mendizabal se ha convertido en lugar de peregrinación desde el mismo momento de su entierro. El año pasado se ofrecieron misas por él en más de un centenar de lugares en Europa, América e incluso África. La novedad es que este año, además de estas eucaristías que se ofrecen en sufragio por su alma en multitud de sitios, ha sido su sepulcro el que ha atraído a muchos devotos, que fueron llegando en coches y autobuses venidos de toda España. Presidió la misa monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, también jesuita, quien en su homilía habló de la importancia de implorar misericordia a Dios para los difuntos, y del padre Mendizábal como un sacerdote que nos ha acercado al Corazón de Jesucristo. Pincha aquí para saber más sobre el padre Mendizábal.