Aún está en sus inicios, pero la idea que han puesto en marcha las monjas de la abadía de Boulaur (50 km al oeste de Toulouse, en Francia) ya ha conseguido un gran éxito al viralizar este vídeo, donde exponen el proyecto de Una granja cisterciense para el siglo XXI. Son 27 religiosas con muchas vocaciones jóvenes y una edad media de 45 años. La comunidad se instaló en 1949 en un edificio histórico que admite visitas guiadas y tienen una hospedería para cuarenta personas. Viven de la producción de quesos, mermeladas y, sobre todo, patés. Su nueva etapa se abre con la construcción de una granja cisterciense según el modelo benedictino del siglo XII, que permitió la difusión de la cultura en Europa y la dinamización económica del entorno de los monasterios. Ellas lo harán aumentando su producción para mejorar las instalaciones de acogida a los visitantes, crear una biblioteca y centro cultural y abrir un espacio pedagógico para los niños, donde puedan conocer de cerca a los animales y el trabajo en el campo, y por supuesto la vida monástica. Cuentan con el apoyo de las empresas locales y de un nutrido voluntariado de los vecinos: «Es una aventura colectiva», dicen, para «reconstruir nuestra sociedad» desde una «cultura de la tierra». Necesitan fondos para financiar la granja y solicitan ayuda. Una forma es comprar los productos que fabrican a través de Divine Box.