Para alcanzar la cúpula de la basílica de San Pedro hay que subir 551 escalones, 320 de ellos en el último y más complicado tramo, que se va estrechando cada vez más y es inclinado por momentos, lo que obliga a caminar en oblicuo. Diseñada por Miguel Ángel, fue completada en 1593 por los arquitectos Giacomo della Porta y Domenico Fontana.