En 1962, George Lucas, creador de la saga de La Guerra de las Galaxias (Star Wars), era todavía un estudiante californiano de 22 años que buscaba hacerse un hueco en Hollywood. Y logró firmar por primera vez un trabajo en un film de Family Theater Productions, la compañía creada por el famoso sacerdote irlandés Patrick Peyton (1909-1992), el apóstol del rosario y divulgador del lema Familia que reza unida permanece unida. Se trata de The soldier [El soldado], el primer film dirigido por Richard A. Colla (quien luego haría larga carrera en series y películas para televisión) e interpretado, en uno de sus papeles primerizos, por William Shatner, el luego celebérrimo capitán Kirk en la serie de los 70 Star Trek. George Lucas apareció en los títulos de crédito como ayudante de cámara, y a cambio de esa participación se le permitió grabar una pequeña obra estudiantil con el equipo de la productora. El corto The soldier formaba parte de una serie de películas de pocos minutos de duración que debían ilustrar los Salmos. De hecho, la voz en off que empieza a escucharse hacia la mitad sintetiza el salmo 41/42 (42/43): «Cual anhela el ciervo el manantial de agua, así mi alma te anhela, ¡oh, Dios mío! Recuerdo (y mi alma se derrama dentro de mí) cuando solía caminar en procesión hasta la Casa de Dios, entre los gritos de júbilo y alegría de una multitud festiva. ¿Por qué estás triste, alma mía, y gimes en mí? El abismo llama al abismo en el fragor de tus cataratas: todas tus olas han pasado sobre mí. Hasta romperme los huesos me han vejado mis enemigos burlándose de mí todo el día: "¿Dónde está tu Dios?" ¿Por qué estas triste, alma mía, y gimes en mí? Espera en Dios: ¡aún he de alabarle, mi Salvador y mi Dios!».