El padre Ricardo Rivera, sacerdote portorriqueño recién ordenado y religioso escolapio, formado en la archidiócesis de Nueva York, es profesor de Teología en el Cardinal Gibbons High School, una institución académica católica en Fort Lauderdale (Florida). El 25 de octubre, durante un encuentro de bienvenida a los nuevos alumnos, se unió al baile de las cheerleaders, quienes sabían que había ensayado algunos pasos, pero no que bailaría con ellas todo el tramo final de su actuación. Tras viralizarse el vídeo, el padre Rivera difundió un comunicado donde expresa su compromiso de «predicar a Jesús muerto y resucitado a estos estudiantes desde la alegría de ser cristiano». Afirma que su intención al participar en este baile «fue vivir el espíritu misionero de ir a mis estudiantes para hacer presente a Jesús en sus vidas». «Agradezco a la Iglesia que haya acogido mi “yo” y mi carisma para poder servirla como merece ser servida. De igual manera, agradezco a todos esos sacerdotes, amigos y sobre todo a mi familia, a quien amo tanto, que formaron parte de mi formación para que Jesús Sacerdote sea mi maestro y mi guía», concluyó.