Marino Restrepo vivía alejado de Dios, cuando su secuestro por las FARC en 1997 fue ocasión para una reflexión profunda sobre su vida. Tras ser liberado, se consagró enteramente a la evangelización a través de la obra Peregrinos del Amor. Algo de los pensamientos que le condujeron a la conversión se encuentra en las palabras que compartió con ReL sobre la felicidad y cómo hacerle comprender a los jóvenes que no se encuentra en las cosas materiales.