[Pincha aquí para leer en Cari Filii News una entrevista con la autora de esta escultura.] A finales de septiembre se celebró en la ciudad costera de Menton (Francia), cercana a la frontera con Italia, la Bienal de Arte Sagrado Contemporáneo. A las puertas del hotel donde tuvo lugar el evento se instaló una estatua de bronce de título Nuestra Señora de los Inocentes, que generó protestas por parte de los grupos feministas. «Un niño es un don de Dios. Para mí es algo muy emotivo. Yo no he tenido hijos, por eso para mí es más fuerte. Simplemente he querido ofrecer un testimonio de la belleza que representa la vida y cuántos niños no nacidos podrían haber sido genios», dice la escultora, Daphné du Barry, holandesa, que habla en primer lugar en este reportaje. Luego interviene la directora del hotel y de la Bienal, Liana Marabini, quien encargó la obra y explica lo que representa: «Son niños que no han sido queridos, que fueron rechazados. Ella no quiere que sean rechazados, porque quiere salvarlos. Y al salvarlos, quiere también salvar las almas de sus padres, que los rechazaron». Finalmente habla una defensora del aborto, Claire Morracchini, que considera que la imagen «culpabiliza» a las mujeres que abortan, lo que considera un «derecho fundamental» y una libertad que «hay que preservar». Marabini quiere que la escultura quede permanentemente ahí, y de hecho la placa que la acompaña dice que es un «destino de peregrinación» para todos los que quieren alcanzar la «paz interior»: «Mujeres que abortaron y se arrepienten, parejas que tienen dificultades para tener hijos o familias que tienen problemas con sus hijos encontrarán en esta Virgen escucha, afecto y perdón».