En la noche del 6 al 7 de agosto de 2014, más de 120.000 cristianos de la llanura de Nínive tuvieron que dejarlo todo para evitar el exterminio de Estado Islámico. Entre ellos, Abu Marian y su familia, que abandonaron su hogar en Mosul para recalar finalmente en Jordania. Un dolor que no ha desaparecido de su corazón, pero que no afecta a su firme fe en Dios. Fuente: Christian Media Center. Si quieres ayudar a los cristianos expulsados de Irak a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada, pincha aquí.