La brasileña Sara Winter fue miembro del grupo feminista radical Femen. El gran cambio personal y espiritual que se produjo en su vida tuvo su origen, paradójicamente, en el síndrome postaborto que padeció tras tomar la decisión que ella misma presentaba como liberadora: matar a su hijo. Lo contó en una conferencia en Argentina, donde en junio de 2018 estuvo apoyando los esfuerzos provida contra la legalización del aborto.