La Iglesia ha sobrevivido dos mil años adaptándose siempre, pero sin traicionar lo esencial, esto es, el depósito de la Fe, y sin convertirse el mundo, que es la garantía del desastre. Así lo expresa el padre Santiago Martín al comentar algunas intervenciones del Papa y de cardenales alemanes a lo largo de la semana. Fuente: Magnificat TV.