En su biografía del padre capuchino Domenico da Cese (1905-1978), Sor Petra Maria Steiner recoge un hecho sorprendente (conocido hace años y ahora reavivado) sobre este fraile, hijo espiritual del Padre Pío. Al fallecer en 1968 el santo estigmatizado, fray Domenico excusó su asistencia al entierro, donde le habría gustado estar presente, porque debía atender a peregrinos en el santuario de la Santa Faz de Manoppello (Pescara). Así lo dijo él mismo a testigos, y varias personas le vieron ese día en dicho santuario. Sin embargo, otra testigo declara haberle visto en la misma fecha en San Giovanni Rotondo, durante el sepelio, y haberse dirigido a él, aunque no le contestó. Y se ha encontrado, en una filmación de aquel día, un rostro que varios familiares y gentes que le conocieron identifican sin dudarlo como suyo, y que desde luego se parece extraordinariamente al de las imágenes que se conservan de él. En los tres primeros segundos de este vídeo puede verse aparecer, con pelo cano y poblada barba franciscana, al supuesto fray Domenico. La posible bilocación será estudiada durante su proceso de beatificación, abierto en 2015.