El pasado 4 de junio, el ayuntamiento de Raleigh, capital de Carolina del Norte (Estados Unidos), celebró una sesión con intervenciones vecinales, debatiendo la proposición de convertir la ciudad en un entorno libre de aborto. Addison Woosley, de 13 años, fue uno de los primeros intervinientes, y se expresó con gran claridad y valentía, a pesar de los intentos de acallarla por parte de un grupo de feministas. Corey Branch, concejal que dirigía el debate en ausencia de alcaldesa Nancy McFarlane, recordó a los presentes que es una ley del país que todos tienen derecho a hablar y él no es nadie para decir quién habla y quién no, ni qué dice.