Tras los atentados que han causado 207 muertos y medio millar de heridos en Sri Lanka, con explosiones en tres iglesias y tres hoteles, el arzobispo de Colombo, Malcolm Ranjith (secretario de la Congregación para el Culto Divino entre 2005 y 2009), ha sido tan sereno como firme al dirigirse al gobierno y a la sociedad: «Es un día tristísimo para todos nosotros. Condeno, tanto cuanto soy capaz, este acto que ha causado tanta muerte y sufrimiento al pueblo. También quisiera pedir al gobierno una investigación rigurosa e imparcial para averiguar quién es el responsable que hay detrás de este acto, y castigarles sin piedad, porque solo los animales pueden actuar así. Y pido a todo el pueblo de Sri Lanka que no se tome la justicia por su mano y mantenga la paz y la armonía en la nación».