Y están hechos, en una gran proporción, por cristianos y musulmanes pobres de Tierra Santa, que llevan un año trabajando en ello. Serán repartidos a todos los peregrinos: uno para ellos, otro para quienes les acojan en su casa durante la JMJ, y otro para regalar a alguien al regresar. Pincha aquí para leer una ampliación de la noticia en el portal de la Fundación Tierra Santa.