Los cristianos no somos ni optimistas ni pesimistas: simplemente, confiamos en Dios. Con esa esperanza sobrenatural debe afrontarse el nuevo año, explica el padre Santiago Martín: sin negar lo mucho malo que nos ha dejado 2018, pero sin olvidar tampoco lo mucho bueno y, sobre todo, cuál es la raíz de esa bondad. Fuente: Magnificat TV.