En 1638, el sacerdote y compositor italiano Giovanni Allegri puso música al salmo 50/51, Miserere mei, Deus, que interpreta el coro inglés Tenebrae bajo la dirección de Nigel Short, en el templo anglicano londinense de San Bartolomé el Grande: «¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad! / ¡Por tu gran compasión, borra mis faltas! / ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!» Una oración con la que recordar a los fieles difuntos en el día que la Iglesia consagra a pedir por todos ellos.