La paloma blanca sobre el féretro del cardenal Eugenio Sales de Araújo.
Viernes, 20 de julio de 2012 00:00
Durante el funeral por el que fuera arzobispo de Río de Janeiro, fallecido el pasado 9 de julio, los fieles asistieron a una escena inesperada, que muchos interpretaron como un signo de predilección: en el telegrama de condolencias, Benedicto XVI dijo que "fue siempre un seguro punto de referencia y de fidelidad a la Sede Apostólica".