Sara Ricchini perdió la fe en la adolescencia. Años después, cuando quiso ejercer su pasión de siempre, la música, se dio cuenta de que ese mundo no era lo que aparentaba ser. Su dedicación a los discapacitados, un viaje a Ecuador y la estancia con unas religiosas la fueron preparando para el encuentro con Dios, que llegó en un momento inesperado. Así lo contó en Cambio de Agujas (HM Televisión).