A la pequeña Ella Grace Pierce (de Virginia, Estados Unidos) le enseñaron a rezar y a querer a Jesús desde que empezó a hablar, y siempre quiere hablar de Él y conocerle. Eso explica esta maravillosa conversación con su madre:
-¿Por qué lloras?
-¡Jesús!
-¿Qué pasa con Jesús?
-Mami, siéntate.
-¿Por qué lloras?
-Por Jesús.
-¿Por qué por Jesús?
-¡Jesús me ama!
-¿Porque Jesús te ama?
-¡Sí!
-Pero entonces ¿por qué lloras?
-¡Quiero que venga Jesús!
-¡Ay, creo que necesitas un pañ