Sirven para aplazar o busca embarazos, pero también para detectar problemas de salud y abordarlos
Aprendiendo la regulación natural de la fertilidad se gana en fe y en salud: tres testimonios
Aunque la investigación y difusión de los métodos de regulación natural de la fertilidad acumulan ya 70 años, con nuevos avances y mejores datos sobre sus ventajas, muchos ginecólogos los ignoran, los conocen sólo de oídas o bien los subestiman y los ocultan a a las mujeres y los matrimonios-
El Arlington Catholic Herald ha recogido tres testimonios de mujeres para los que estos métodos han sido un gran descubrimiento, acompañados de una visión católica de la fertilidad y la familia.
¿Menstruación irregular? En vez de investigar, pastillas
Uno de los casos que recoge el diario católico norteamericano es el de Joyce Germano, que desde los 15 años sufría de ciclos menstruales irregulares. Cada vez que acudía a la consulta, en vez ofrecerle investigar la causa, se limitaban a recetarle anticonceptivos.
“Saber que tenía este problema fue muy frustrante, hasta el punto de causarme una depresión. Los médicos me decían que tenía un problema y que no tenía solución, pero que podía usar métodos anticonceptivos” para mejorar.
“Probé diferentes tipos de anticonceptivos desde que era adolescente y tuve graves efectos secundarios, cambios de humor y ansiedad cada dos días. Fue horrible”, recuerda.
Durante los cursos prematrimoniales, Joyce Germano supo de los métodos de regulación natural. Entonces, después de que su médico estudiase su historia clínica, le diagnosticaron síndrome de ovario poliquístico, una afección provocada por elevados niveles de hormonas que puede producir irregularidades, infertilidad o la aparición de quistes.
Gracias al diagnóstico, pudieron proporcionarle un tratamiento médico que junto con los métodos de regulación natural fueron “un salvavidas” para Germano. “Soy feliz, nunca habría pensado hace 10 o 10 años que tendría una solución”.
Cuenta que fue una experiencia de aprendizaje para su esposo, Jon. “Ha ayudado a que mi matrimonio se fortalezca y a mi esposo a aprender más sobre mi cuerpo”, dijo.
Comprendió su problema en el embarazo gracias a los métodos
Nada más nacer la hija de Leiby Espinal, durante un chequeo rutinario, los médicos le ofrecieron implantarse un DIU, uno de los métodos anticonceptivos más extendidos en Estados Unidos.
Pero después, debido a su fe católica y al profundizar en la enseñanza de la Iglesia, dio marcha atrás.
En 2020 se quedó nuevamente embarazada, pero las pruebas ultrasonido mostraron que algo no iba bien y días después tuvo un aborto espontáneo.
Pasaban los meses y Leiby seguía sufriendo por lo sucedido y por su deseo de ser madre. Acudió a pedir ayuda a su parroquia. “Hay una clínica que ayuda a personas como tú, que están buscando un bebé. Son católicos, su nombre es Tepeyac”, le dijo el sacerdote sobre esta clínica especializada en regulación natural.
Antes de ser atendida, los médicos de la clínica le pidieron que tuviera registros de sus ciclos menstruales al menos dos meses. Leiby, que desconocía cómo hacerlo, comenzó a aprender con un instructor de regulación natural. “Me hizo tener el control de mi cuerpo”, dijo Espinal. “Si hay algo que no va bien, siento que puedo averiguar el motivo y hacer algo para solucionarlo”.
Cuando acudió a la clínica con los registros, le diagnosticaron un bajo nivel de progesterona, fundamental para el desarrollo del embarazo. Desde entonces, ha podido recibir tratamiento y ayuda en la búsqueda de un hijo.
“Ahora que sé ese tipo de cosas, es fácil para mí sentirme segura y confío en el proceso”, dijo.
“Cuando pierdes un bebé, especialmente cuando estás esperando tanto tiempo para tenerlo, tienes muchas preguntas: `¿Por qué?´ ¿Podría haber hecho algo para no perderlo?´”
“Cuando el sacerdote me habló de esta clínica, pensé: `Gracias a Dios, podría tener respuestas´. Solo tuve el aborto de un bebé y fue muy difícil. Conozco personas que pierden más de uno y viven con ello sin encontrar ayuda. No es bueno perder un bebé. Necesitamos hablar más sobre esto”.
"Por primera vez tomaron en serio mis síntomas y emociones"
Mónica Burke sí conocía en profundidad los métodos de regulación natural de la fertilidad gracias a sus padres, médico y enfermera.
Cuando tenía 22 años y era soltera, decidió investigar por su cuenta. Como le pasó a Joyce, cuando fue al médico para preguntar por sus ciclos inusualmente cortos, no tuvieron más solución que ofrecerle la píldora. “Yo no quería tomar la píldora por una serie de razones, morales y médicas. Sabía que podía enmascarar los síntomas en lugar de tratar el problema”.
Uno de los síntomas fueron episodios de tristeza y ansiedad, pero trataba de vivir asumiéndolo con normalidad hasta que comenzó a registrar sus ciclos. Su instructor primero y después un médico le confirmaron que su problema era hormonal.
“Fue una de las primeras veces que sentí que mis síntomas, incluidas mis emociones, se tomaban en serio”, dijo Burke. “Y cuando tuvimos el diagnóstico, recuerdo que el médico dijo: `Te vas a sentir mucho mejor´. Fue asombroso escucharlo. Ahora me siento mejor en general”.
Burke siente que comprender la regulación natural también ha tenido un impacto positivo en su relación. “Me hizo sentir más cómoda y segura hablando sobre sobre tener hijos”, dijo Burke que se prepara actualmente para el matrimonio con su prometido, Philip.
“Desde muy pronto hablamos sobre las dificultades para tener hijos, sobre cuántos hijos queríamos o qué dificultades podrían esperarnos. Hemos construido una relación de confianza incluso antes de casarnos porque hemos tenido que hablar sobre esas cosas debido a mi salud”.
El aprendizaje de la regulación natural también fortaleció su relación con Dios. “Creo que me ayudó especialmente a entender por qué Dios creó a las mujeres de la manera en que lo hizo, a mirar su Creación y ver que es buena”, dijo Burke. “La regulación natural de la fertilidad me ha ayudado a ver que la Iglesia se preocupa por mí como una persona al completo”.
Algunas ventajas: eficaces, saludables y ayudan al matrimonio
Entre los beneficios que proporciona el seguimiento de los métodos de regulación natural de la fertilidad, el Centro de Acompañamiento Integral a la Familia destaca que aborda la fertilidad de forma natural, sin alterarla con elementos externos. Sirve para conocer la propia fertilidad y poder aplazar el nacimiento de niños, o bien conseguir un embarazo. También ayudan a permitir la detección precoz de problemas en la gestación. Muchas parejas señalan que ayudan a la comunicación entre los cónyuges y su mejor conocimiento mutuo. Consideran en su integridad la naturaleza de las relaciones conyugales.
En España, la Asociación Española de Profesores de Planificación Familiar Natural (RENAFER) es uno de los máximos referentes en la promoción y estudio de los métodos naturales de regulación de la fertilidad. Además de ofrecer abundante documentación, realizan cursos anuales y formación online continua tanto para usuarios como para la formación de instructores en esta metodología.
Este vídeo de HM Televisión explica cómo la donación total entre los cónyuges, que no existe cuando se utilizan métodos anticonceptivos, se respeta cuando se recurre a los métodos naturales para distanciar los nacimientos.