La ceremonia, una auténtica fiesta, fue presidida por el obispo de Getafe
Bautizan a 17 niños salvados del aborto: providencial encuentro de estas madres con los rescatadores
El pasado 23 de junio un año más se realizó una celebración religiosa que sirvió como sello de la importancia de la lucha provida que cientos de jóvenes realizan cada día. El obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, bautizó a 17 bebés rescatados del aborto por los Rescatadores Juan Pablo II y cuyas madres están siendo apoyadas por la Asociación Más Futuro.
Este bautismo tenía, por tanto, un simbolismo especial, pues son niños que de no haber sido por la intervención de estos jóvenes provida posiblemente nunca hubieran llegado a nacer.
"Vosotras les habéis dado la vida"
La celebración se produjo en la Parroquia de la Inmaculada de Alcorcón, y durante su homilía, monseñor García Beltrán se dirigió a las madres asegurando que “vosotras les habéis dado la vida, hoy entran en la casa de Dios”.
“Estad orgullosos no sólo de darles la vida, sino de ayudarles a vivir en Dios, comprometidos en educarles en la fe”, agregó el obispo de la diócesis del sur de Madrid.
El sacramento y las palabras del obispo emocionaron a estas madres y a los propios voluntarios. Además, esta ha sido la ocasión que más niños rescatados se han bautizado desde que estas asociaciones llevan luchando contra el aborto.
Más de 2.600 niños rescatados
Marta Velarde, presidenta de Más Futuro, afirmaba en una entrevista en La Contra TV que en estos años han logrado rescatar a más de 2.600 niños, bebés cuyo destino era el aborto.
Cada niño es una historia, y también una decisión valiente de la madre, que supo dar marcha atrás y enfrentarse a mil dificultades para dar a luz a su hijo. Marta Velarde cuenta algunas de las historias de las madres que bautizaron a sus hijos el pasado sábado.
El providencial encuentro con dos rescatadores
Una de ellas era Belinda, una de las madres más jóvenes presentes en el templo. Tenía 19 años cuando se quedó embarazada. Iba sola caminando al abortorio cuando se encontró con Esther y José Antonio, dos jóvenes rescatadores. Ella les miró, y finalmente se acercaron a Belinda.
Al día siguiente, Marta Velarde, llamó a esta joven para invitarla a la asociación, y fue a buscarla a su barrio. Belinda estaba siendo presionada por su madre para que abortara. A las pocas semanas buscaron un sitio para que se fuera a vivir, y entonces su madre cambió de opinión.
La niña finalmente nació con 25 semanas y estuvo varios meses en la incubadora, y la joven no se separó de su hija ni un instante. Mientras tanto, los rescatadores hicieron turnos para acompañarla. En septiembre retomará sus estudios y afirma orgullosa que ha tomado la mejor decisión de su vida. Y por ello no pudo dejar de sonreír durante todo el bautizo.
"Alguien me tendía la mano"
Otra de las madres ayudada por los rescatadores fue Ruth. Esta madrileña conoció al padre de sus tres hijos con apenas 17 años. Nunca le había ayudado en nada asó cuando se quedó embarazada de su tercer hijo, Clara, su madre le pidió que abortara. Mientras tanto, al padre le daba igual que abortara o que no. Viéndose sola se acercó al abortorio y entonces “dos personas se cruzaron en el camino. Vi como Marta y Guillermo me hablaron. Me pareció que alguien me tendía la mano”.
Sin embargo, al volver a casa se encontró con el mismo panorama, y las dudas sobre abortar volvieron a hacerla dudar. Pero al día siguiente decidió acercarse a la asociación y, desde entonces nunca más volvió a plantearse abortar.
Su hija Clara nació. Es pelirroja, al igual que su madre, y la pequeña es ahora la alegría de la casa. Además, asegura que ha encontrado la mano de Dios y tiene la certeza de que Él nunca la abandonará.
Una preciosa niña con síndrome de Down
Otra historia impresionante era la de Yola. Tenía ya dos hijos, el menor de ellos con problemas del habla. Cuando se quedó embarazada del tercero, el médico le diagnosticó al bebé Síndrome de Down. Al enterarse de la noticia, el padre decidió marcharse de casa, y ella se quedó sola con dos hijos, y un tercero con una discapacidad en camino.
Todo el mundo la recomendaba abortar, excepto una amiga que conoció a los rescatadores Juan Pablo II cuando salía precisamente de abortar. Decidió acompañarla a la asociación. Allí rompió a llorar, y supo que ese niño tenía que nacer.
Su bebé nació y tiene síndrome de Down, pero ella es la mujer más feliz del mundo. Además, esta pequeña llegó con un pan debajo del brazo: un buen trabajo para la madre, excelentes notas para la hija mayor, y el segundo que ya empieza a hablar.