Pese a que su hija iba a fallecer, Gaby no abortó: «Quería tenerla en brazos, conocerla, cuidarla»
En 2019, Gaby estaba embarazada de 17 semanas cuando supo que su hija venía con una malformación "incompatible con la vida". "Me mandaron a un abortorio, fui con miedo porque no quería abortar a mi hija y aunque venía malita quería tenerla en los brazos”, contó la nicaragüense en el aniversario de la entrada en vigor de las leyes del aborto españolas (1985-2010).
Su hija falleció, pero pudo tenerla en brazos y cuidarla
“Cuando salí de esa clínica me encontré con dos chicos que me hablaron de Más Futuro, me dijeron que ellos me ayudarían”, cuenta. “Ahí conocí a Marta Velarde, que ha sido como una madre y que ha estado siempre ahí apoyándome”.
Gracias a su ayuda, Gaby tuvo a la niña. “Decidí tener a mi hija, duró 24 días conmigo. Fue muy triste porque falleció pero tuve la satisfacción de tenerla en brazos, conocerla, cuidarla. Eso fue muy gratificante para mí y para su hermana mayor, de tres años. Doy gracias a los rescatadores que me ayudaron y a Más Futuro que siempre estuvo ahí”.
Dos años después, ahora está embarazada de 6 meses y el bebé está completamente sano.
Los frutos de la ley de 1985 y 2010: casi 3 millones de abortos quirúrgicos
Lejos de ser un caso aislado, destacó recientemente Marta Velarde a Religión en Libertad, “el 95% de las mujeres se para a hablar con nosotros, hasta nos dejan el teléfono y nos piden que las llamemos. Incluso los propios trabajadores. Todas las mujeres nos escuchan. Porque en España nadie, nadie informa realmente de lo que es el aborto”.
Como informa Aciprensa, el testimonio provida tuvo lugar durante la conmemoración de la entrada en vigor de las leyes del 5 de julio de 1985 y de 2010 organizado por la plataforma Cada Vida Importa.
Mientras que la primera ley de 1985 es directamente responsable de 1,7 millones de abortos quirúrgicos durante su vigencia, la ley de plazos acumula cerca de un millón entre 2010 y los últimos datos oficiales disponibles, relativos a 2019. Además, no contabilizan los abortos químicos ni los producidos mediante fecundación in vitro.
Serían muchos más sin los rescatadores
Recientemente, la ministra Irene Montero ha anunciado su intención de remodelar la ley del aborto e ilegalizar la presencia de rescatadores y grupos de oración ante los abortorios.
El mismo día del homenaje convocado por Cada Vida Importa, una campaña organizada por Voz Post Aborto destacaba su importancia al afirmar que “si hubiera encontrado alguien en la puerta del abortorio que me hubiese acompañado en mi embarazo, es posible que mi hijo estuviera vivo”