Dos ancianas y un activista providas, condenados por obstruir un abortorio: «Seguiré en prisión»
Desde 1994, la conocida como Ley FACE (Ley de acceso a las clínicas) es uno de los principales telones de acero que enfrentan los provida estadounidenses en la lucha contra el aborto. La ley, aprobada en respuesta a los intentos de impedir los abortos en las clínicas, prohíbe todas las conductas destinadas a interferir en su desarrollo, ya sea por la fuerza o amenazas.
El Departamento de Justicia de la Administración Biden, que se define católico, se ha empleado a fondo para acusar a varios activistas provida en base a la Ley FACE por cargos de "conspiración".
Los hechos por los que fueron acusados y condenados tuvieron lugar en el abortorio Surgi-Clinic de Washington el 22 de octubre de 2020. Tras una primera "hornada" que afectó a cinco activistas -condenados a penas de hasta 11 años de cárcel y multas de 350.000 dólares, el segundo fallo ha afectado a tres nuevos acusados, con la misma pena.
Se trata de Jean Marshall y Joan Bell, de 73 y 74 años y una de ellas, Bell, sujeta a una silla de ruedas por problemas de movilidad. Para estas últimas, la sentencia puede equivale a la condena perpetua por su longevidad.
El Departamento de Justicia los acusó de "delitos de conspiración contra los derechos civiles federales y contra la libertad de acceso a las entradas de las clínicas (FACE) por obstruir el acceso a un centro de servicios de salud reproductiva".
"Participaron en una conspiración para crear un bloqueo en la clínica de salud reproductiva con el fin de impedir que la clínica prestara servicios de salud reproductiva y que los pacientes los recibieran", recoge la sentencia.
Los manifestantes bloquearon dos puertas de la clínica, utilizando sus cuerpos, muebles, cadenas y cuerdas, dijo el Departamento de Justicia.
En el video de la protesta, grabado por el cristiano condenado, Jonathan Darnel, se puede ver a algunos de los que se sentaron dentro de la clínica bloqueando las puertas rezando el rosario y cantando himnos a la Santísima Virgen María mientras se niegan a irse.
Darnel fue recientemente entrevistado por Catholic News Agency en vísperas de su condena, donde se mostró satisfecho de que gracias a su actuación el abortorio hubiese permanecido inoperable durante las cuatro horas de protesta y oración.
"¿Cómo puedo amar a Cristo y no responder drásticamente?"
"Esperamos que algunos de esos niños se hayan salvado, pero no puedo confirmarlo con seguridad", mencionó.
El condenado no considera que el incumplimiento de la Ley FACE sea "un crimen". De hecho, cree que "no debería serlo, porque el aborto no debe ser tolerado. Salvando la injusta ejecución de Cristo, el aborto es lo peor que ha sucedido en la historia de la humanidad. Vivo en un país que asesina a niños".
La ley, dice, "fue diseñada para proteger la industria criminal del aborto castigando cruelmente a los rescatadores antiaborto".
"¿Cómo puedo decir que amo a Cristo y no responder con celo extremo, acción extrema y medidas drásticas a este holocausto?", planteó.
Continuará defendiendo la vida en prisión
Aunque "frustrado", Darnel asume su condena y considera que "realmente se puede" continuar la labor provida en prisión.
"Las mujeres encarceladas suelen conocer a mujeres abortistas, tendrán oportunidades para disuadirlas o mostrarles un mejor camino. También a mujeres que han abortado y necesitan arrepentirse y sanar en su vida", explica.
También él mismo, de ir finalmente a prisión, cree que conocerá a otros reclusos que han participado o pagado por abortos.
"Probablemente hablen de ello menos que las mujeres, pero espero poder ser un buen ejemplo para ellos de una forma u otra.
A la espera de su entrada en prisión, Darnel proseguirá su lucha contra la Ley FACE. Actualmente dirige una campaña por su derogación, a través de una página web diseñada por él mismo a tal efecto.
El condenado cree que los estadounidenses no deberían vivir con el miedo de que su gobierno los ataque debido a sus creencias. Sin embargo, "el Departamento de Justicia de Biden ha utilizado la Ley FACE como arma contra los estadounidenses normales y corrientes simplemente porque son provida".
"¿Quién sabe? Este caso puede estar poniendo sobre la mesa la difícil situación de los no nacidos y la injusticia del aborto. Espero que tal vez, sólo tal vez, si nuestro caso es apelado ante la Corte Suprema, FACE pueda ser anulada. Eso podría tener grandes implicaciones a nivel nacional", agregó.