Domingo, 22 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

La agresión llegó justo tras hablar de un caso como el que ella vivió

Una madre tras violación llora al reconocer al abortista que pateó a una provida: fue amigo suyo

Una madre tras violación llora al reconocer al abortista que pateó a una provida: fue amigo suyo
La agresión de este abortista a una joven provida tuvo lugar cuando ella le recordó que también el hijo de una mujer violada es un ser humano.

C.L. / ReL

Las agresiones de los abortistas a manifestantes provida, antes, durante o después de detruir su material, alcanza tintes alarmantes en Canadá. Allí se sienten respaldados en sus posiciones por la militancia del primer ministro Justin Trudeau a favor de la imposición coactiva de la cultura de la muerte y de la ideología de género. "Esta gente es cada vez más agresiva porque se siente respaldada por el gobierno y por los medios", explica un hombre que fue agredido por una mujer con pintura mientras rezaba por la vida.

Ésta es una muestra de esa violencia abortista, difundida por el Centro Canadiense para la Reforma Bioética:

La agresión que recogen los primeros fotogramas del vídeo se ha convertido en mundialmente célebre. Lo sucedido lo relató la propia víctima, Marie-Claire Bissonnette, en LifeSiteNews. Fue el 30 de septiembre, durante una cadena por la vida [Life Chain] que los grupos provida celebran anualmente en el país situándose en doscientas esquinas de diferentes ciudades con carteles a favor de la vida, contra el aborto y ofreciendo ayuda a madres en riesgo de abortar. No se exponen fotos de niños abortados y son concentraciones específicamente testimoniales y silenciosas: ni siquiera se aborda a los viandantes para explicar las razones del acto.

A Marie-Claire le correspondió la esquina de las calles Bloor y Keele, en Toronto, junto a otras 76 personas. En la misma esquina se situó una joven con un cartel proabortista, cuya presencia era respetada. En torno a las 14.30 horas, se acercó el agresor. Arrebató a un pequeño grupo dos spray con los que habían hecho los carteles e intentó pintarrajearlos. Cuando los provida los defendieron, salió corriendo detrás de ellos, incluida una niña de diez años, pintándoles la ropa. Luego se acercó a la manifestante abortista. Fue entonces cuando Marie-Claire grabó la siguiente escena.

La patada de un hombre a una mujer en la vía pública se ha difundido por todo el mundo, pero no ha provocado un solo titular ni una sola protesta de los medios y grupos supuestamente contrarios a la violencia "de género".

Ella empieza recriminándole que haya destruido propiedad privada de otras personas. El joven no responde, y directamente le plantea un caso: "Si alguien es violada por alguien y dice: tengo 16 años, no puedo tener a este niño. ¿Tengo que tenerlo?". Y alza y baja el pulgar burlonamente, esperando respuesta. Marie-Claire le responde que es un niño y empieza a argumentar, pero es entonces cuando recibe una patada.

Marie-Claire Bissonnette, la joven agredida.

El hombre alega enseguida que quería golpear el teléfono, pero ella se ha llevado una patada en el hombro. Cuando uno de los provida llama a la policía, él sale corriendo, no sin antes arrancarle a Marie-Claire un lazo que llevaba en el pecho. El dolor en el hombro fue a más por la tarde, y la joven, todavía muy nerviosa ("con los ojos rojos de tanto llorar", confiesa) fue atendida y presentó una denuncia.

La viralización del vídeo (actualmente más de tres millones de visionados solo en Youtube) permitió la rápida identificación del agresor, Jordan Hunt, quien fue despedido del salón de belleza donde trabajaba, regentado por cuatro mujeres, en cuanto vieron la escena.

Pero Jordan fue reconocido por alguien más: por una antigua amiga suya, Shalyn McGuin, quien vive con sus dos hijos en Ontario. Para ella fue especialmente doloroso no solo ver la agresión, sino escuchar que lo que había soliviantado al agresor era la consideración humana de un bebé hijo de una adolescente violada. Porque ése es precisamente el caso de Shalyn, quien ha contado su historia en el blog Salvar el 1:

Shalyn McGuin: tras la tormenta de la violación, su hija fue su arco iris, explica ella misma.

El hombre que propinó una patada a una muchacha activista pro vida era amigo mío antes de que fuera violada y naciera mi hija. 

Soy madre de dos hijos. La hermosa niña que me hizo mamá tiene casi 6 años. Ella fue concebida en una violación. Tan pronto como vi la prueba de embarazo positiva, pensé que el aborto era la respuesta y solución. El aborto es "siempre la respuesta" cuando una mujer es violada, ¿no es así? De hecho, trabajaba de niñera y mi empleadora me dijo que tendría que abortar si quería mantener mi trabajo porque ella no quería que sus hijos me vieran "así".

Fui al centro de ayuda para el embarazo aquí en Ontario y le pregunté a la mujer que estaba atendiendo si debía abortar o no. Ella me dijo que, aunque no podía decirme qué hacer, me ofrecía su apoyo fuera como fuera. Si me quedaba con el bebé, me ayudarían con los muebles, las clases prenatales, el asesoramiento y ella me aseguró que sería capaz de criar a mi bebé.

Así que me quedé con el bebé, y ahí fue cuando me di cuenta: las mujeres no abortan porque no pueden cuidar al bebé. Abortan porque tienen miedo de llevar al bebé y nadie les dice lo contrario.

La de la foto soy yo con un viejo amigo, Jordan Hunt. Siempre fue peculiar. Caminaba descalzo por todas partes, trepaba estatuas, postes y árboles. Tenía una risa fuerte y contagiosa y siempre era un hombro para apoyarse.

Eventualmente, nos separamos, como hacen muchas amistades jóvenes. Hace unos días vi su rostro en mi Facebook: la protesta pro-vida se vuelve violenta. Vi con horror el vídeo en el que él golpea a una muchacha pro vida. Antes de que empezara la violencia, mi corazón se rompió cuando Jordan Hunt insinuó que los bebés como mi hija deberían ser abortados. Como si fuera la elección obvia: burlarse con los pulgares hacia arriba y hacia abajo, ¿una víctima de violación "debería quedarse con el bebé?"

Luego, pateó a una joven activista pro-vida llamada Marie-Claire Bissonnette. Pude escuchar a Jordan gritando: "Sólo quise darle una patada a su teléfono", y creo sinceramente que él sólo tenía la intención de tirar el teléfono de su mano, pero incluso eso fue un acto de violencia tan innecesario y el odio que tenía era fácil de detectar. Y todo porque Marie-Claire sugirió que no estaba bien matar a un bebé concebido en una violación. Todo porque ella sugirió que no estaba bien matar a MI bebé.

Desde que vi este vídeo he llorado mucho. El Jordan que conocí murió cuando vi ese vídeo. Pero me duele más cuando me doy cuenta de que todavía está aquí, pero le importa tan poco la vida de mi hijo que podría golpear a una mujer por proponer algo distinto que abortar a niños como el mío.

Este incidente ha dañado a muchas personas, incluido a él. Ruego para que ésta sea una lección, ruego que esto le abra los ojos, le pido que abra su corazón y oro para que el Jordan que conocí regrese algún día. También rezo por su víctima mientras se recupera del trauma de este incidente. Y rezo por mi hija. Rezo para que algún día la gente vea su valor.

Tal vez si Jordan y yo nos hubiéramos mantenido en contacto, él habría visto cómo las personas a favor de la vida me dieron esperanzas y cuidaron de mí y de mi bebé. Habría visto cómo las personas a favor de la elección [pro choice] sólo me daban una opción: el aborto. Habría visto la realidad de quién es mi hija y tendría que pensar de modo muy diferente acerca de este tema. Ella no es el "bebé de un violador". Ella es MI bebé. Ella es el bebé de una víctima de violación, y es digna de la vida. Los niños como ella no deben ser castigados por los crímenes de sus padres. Gracias, Marie-Claire, por defendernos.

Mi hija es verdaderamente el arco iris después de la tormenta.

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