El papá del bebé Alfie, con el Papa: «Santidad, denos asilo en Roma, mi hospital quiere matarlo»
Tom Evans, el padre del bebé Alfie Evans, ha visitado esta mañana de miércoles al Papa Francisco, en un encuentro privado de 20 minutos, a las nueve, en la Residencia Santa Marta, según La Bussola Quotidiana.
Tom Evans, católico de 21 años, ha insistido en que su bebé es "un hijo de Dios" y en que en su hospital inglés lo quieren matar, retirándole la ventilación.
Ha pedido asilo al Papa, para que el niño sea trasladado de Inglaterra a Roma y acogido en el Hospital Infantil Niño Jesús (Bambino Gesú), ligado al Vaticano.
La reunión se gestionó a través del obispo de Carpi, Francesco Cavina, quien acompañó al joven padre. El Papa, tras la reunión, ordenó al obispo Cavina que mantenga comunicada a la familia con la Secretaría de Estado para encontrar formas de garantizar el respeto por la dignidad del niño.
El joven Tom Evans, en el Vaticano, con su traductora y los periodistas de La Nuova Bussola Quotidiana, que se mostraban esperanzados. A la izquierda de la foto, Benedetta Frigerio, destacada por el periódico en Liverpool, y a su izquierda Riccardo Cascioli, director de la Bussola.
Estuvo presente en la reunión la redactora de La Nuova Bussola Quotidiana Benedetta Frigerio, que ha seguido el tema desde hace tiempo (aquí su dossier en italiano). También la traductora Patricia Gooding Williams.
El Papa hace un llamado en la Audiencia pública
Más tarde, durante la habitual audiencia pública de cada miércoles, que es transmitida por los medios vaticanos y seguida por la prensa mundial, el Papa ha comentado el caso.
"Llamo nuevamente vuestra atención sobre Vincent Lambert y el pequeño Alfie Evans, y quiero reiterar y confirmar enérgicamente que el único maestro de la vida, desde el principio hasta su término natural, es Dios. Y nuestro deber, nuestro deber, es hacer todo lo posible para preservar la vida. Pensemos, silenciosamente, y recemos para que se respete la vida de todas las personas, y especialmente las vidas de estos nuestros dos hermanos. Vamos a orar en silencio".
Llevar el niño a Italia
Se necesitaría la acción diplomática del Estado Vaticano para sacar al bebé del hospital inglés donde, según su padre, ya 100 veces les han pedido que retiren la respiración a su hijo. Además, los jueces británicos han avalado las exigencias del hospital. Para salvar la vida de su hijo, los Evans quieren llevarlo a Roma.
Thomas y Kate, los padres de Alfie Evans, son novios desde los 16 años, cuando se conocieron en el instituto. Tenían 18 cuando ella se quedó embarazada. Con 19 nació Alfie. Con 21 son un ejemplo mundial como luchadores por la vida de su hijo.
Tom Evans ha difundido por las redes su petición de asilo al Vaticano y al Papa. La presentamos a continuación, traducida del inglés.
***
"Liberad a nuestro hijo", piden Kate y Tom, los jóvenes padres de Alfie Evans
"Nuestro hijo está enfermo, pero no está muriendo; pedimos asilo"
No consigo agradecer suficientemente la oportunidad de estar frente a Su Santidad hoy.
Nuestro hijo está enfermo, pero no está muriendo, y no merece morir. No tiene una enfermedad terminal, ni se le ha diagnosticado.
Estoy ante Su Santidad para pedir asilo. Nuestros hospitales en el Reino Unido no quieren dar a los niños discapacitados la posibilidad de vivir. Los hospitales del Reino Unido ahora asisten a la muerte de niños.
Hemos luchado por Alfie durante un año y medio y ahora nos hemos dado cuenta de que la vida de nuestros hijos no significa mucho para el Sistema Nacional de Salud.
¡Le suplicamos que ayude a nuestro hijo!
¡El Hospital Alder Hey no quiere dejar que Alfie salga del hospital a menos que esté muerto!
Vemos vida y potencial en nuestro hijo y queremos traerlo aquí a Italia al [hospital infantil vaticano] Bambino Gesú, donde sabemos que estará a salvo y no será eutanasiado.
Cuando Alfie nos muestre a mí o a su mama cualquier signo de sufrimiento o muerte, disfrutaremos cada momento final con él. Pero Alfie no nos ha mostrado aún que esté listo para irse [a la Otra Vida], así que seguimos luchando, como él nos ha enseñado.
Si Su Santidad ayuda a nuestro hijo, Su Santidad estará salvando potencialmente el futuro de nuestros niños en el Reino Unido, especialmente los discapacitados.
Rezamos para que el problema que afrontamos se resuelva pacífica y respetuosamente, porque ningún niño merece esto. Especialmente, no un hijo de Dios.
Los jueces en el Reino Unido no han dicho la verdad sobre nuestro hijo y su condición. Han escuchado a todo lo que ha dicho el hospital y lo han aceptado.
No hay evidencia médica real que diga que Alfie morirá o que tiene esta forma de enfermedad.
Desde que estamos en [el hospital] Alder Hey, desde el 14 de diciembre, nos han pedido más de 100 veces que quitemos la ventilación de Alfie.
Incluso cuando salió del soporte vital durante 3 días, que los doctores del Reino Unido decían que no era capaz, Alfie mostró que los mayores expertos se equivocaban, y aún me empujaban a mí y a su mamá de 19 años para que lo dejáramos morir, incluso cuando estaba ya fuera del soporte vital.
Alfie ha tenido el tubo de soporte en la nariz y garganta por más de 15 meses. ¡Eso está muy mal! Debería –necesita- tener una traqueostomía. Está clínica y profesionalmente muy mal.
No entendemos por qué a nuestro hijo entre muchos otros lo están tratando así. Creemos que es porque es discapacitado y en Reino Unido quieren legalizar la eutanasia.
Por favor, ayúdenos a salvar a nuestro hijo inocente y denos la gracia de asilo para mantener a salvo a nuestra familia y detener todo esto.
El hospital no nos deja dormir, y no nos permite dormir con nuestro propio hijo. Tenemos que sentarnos en una silla toda la noche para confortarlo y protegerlo.
***
La fe y la esperanza de unos padres
Hace unos días, en La Bussola Quotidiana, Thomas explicaba el papel de la fe y la esperanza en esta lucha.
“Kate nació en una familia protestante. Solo Alfie y yo estamos bautizados como católicos. Cuando yo era pequeño iba a misa, creo en Dios y sé que es Dios quien le ha dado a Alfie sus derechos… Hemos renunciado a todo en nuestra vida por él, pero hemos querido hacerlo y somos felices por haberlo hecho”, decía.
"Alfie es parte de mí. Alfie ha conquistado nuestro corazón. Y una vez que ha conquistado tu corazón ya no piensas en ti mismo. Piensas solo en él. Ya no piensas en ti de forma individualista. Sí, Alfie nos ha ensanchado el corazón”, explicaba el joven padre.
Kate, la madre, lo ratificaba: “Alfie une a las personas, las cambia, ha unido a nuestras familias. ¡Ha hecho tanto!”
Hay centros dispuestos a acoger al pequeño, y de hecho Tom acudió el día 12 con una ambulancia apta para el traslado a intentar llevarlo a otro hospital. Se han encontrado todo tipo de bloqueos.
Lo que parece estar en juego es el sistema de eutanasia encubierta que ampara el sistema de salud británico, y ya fue desvelado por el caso Charlie Guard.
Kate explica: "Dicen que somos egoístas por querer que siga viviendo, pero si fuésemos verdaderamente egoístas apagaríamos el respirador, le dejaríamos morir y volveríamos a nuestra vida. Tal vez no sonría, tal vez no haga monadas, pero ¿quién sabe qué pasará en el futuro? Nadie es Dios… Y en todo caso, si quiero cuidar a mi pequeño, independientemente de que se despierte o no, debo poderlo hacer sin que nadie me juzgue mal… ¿Por qué, si no sufre, no podemos seguir cuidándole? Aunque no haga lo que otros niños, Alfie llena nuestra vida. El solo hecho de tenerlo aquí con nosotros nos da la fuerza para seguir adelante, llena nuestra vida. Alfie es un sueño”.
Tom Evans, católico de 21 años, ha insistido en que su bebé es "un hijo de Dios" y en que en su hospital inglés lo quieren matar, retirándole la ventilación.
Ha pedido asilo al Papa, para que el niño sea trasladado de Inglaterra a Roma y acogido en el Hospital Infantil Niño Jesús (Bambino Gesú), ligado al Vaticano.
La reunión se gestionó a través del obispo de Carpi, Francesco Cavina, quien acompañó al joven padre. El Papa, tras la reunión, ordenó al obispo Cavina que mantenga comunicada a la familia con la Secretaría de Estado para encontrar formas de garantizar el respeto por la dignidad del niño.
El joven Tom Evans, en el Vaticano, con su traductora y los periodistas de La Nuova Bussola Quotidiana, que se mostraban esperanzados. A la izquierda de la foto, Benedetta Frigerio, destacada por el periódico en Liverpool, y a su izquierda Riccardo Cascioli, director de la Bussola.
Estuvo presente en la reunión la redactora de La Nuova Bussola Quotidiana Benedetta Frigerio, que ha seguido el tema desde hace tiempo (aquí su dossier en italiano). También la traductora Patricia Gooding Williams.
El Papa hace un llamado en la Audiencia pública
Más tarde, durante la habitual audiencia pública de cada miércoles, que es transmitida por los medios vaticanos y seguida por la prensa mundial, el Papa ha comentado el caso.
"Llamo nuevamente vuestra atención sobre Vincent Lambert y el pequeño Alfie Evans, y quiero reiterar y confirmar enérgicamente que el único maestro de la vida, desde el principio hasta su término natural, es Dios. Y nuestro deber, nuestro deber, es hacer todo lo posible para preservar la vida. Pensemos, silenciosamente, y recemos para que se respete la vida de todas las personas, y especialmente las vidas de estos nuestros dos hermanos. Vamos a orar en silencio".
Llevar el niño a Italia
Se necesitaría la acción diplomática del Estado Vaticano para sacar al bebé del hospital inglés donde, según su padre, ya 100 veces les han pedido que retiren la respiración a su hijo. Además, los jueces británicos han avalado las exigencias del hospital. Para salvar la vida de su hijo, los Evans quieren llevarlo a Roma.
Thomas y Kate, los padres de Alfie Evans, son novios desde los 16 años, cuando se conocieron en el instituto. Tenían 18 cuando ella se quedó embarazada. Con 19 nació Alfie. Con 21 son un ejemplo mundial como luchadores por la vida de su hijo.
Tom Evans ha difundido por las redes su petición de asilo al Vaticano y al Papa. La presentamos a continuación, traducida del inglés.
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"Liberad a nuestro hijo", piden Kate y Tom, los jóvenes padres de Alfie Evans
"Nuestro hijo está enfermo, pero no está muriendo; pedimos asilo"
No consigo agradecer suficientemente la oportunidad de estar frente a Su Santidad hoy.
Nuestro hijo está enfermo, pero no está muriendo, y no merece morir. No tiene una enfermedad terminal, ni se le ha diagnosticado.
Estoy ante Su Santidad para pedir asilo. Nuestros hospitales en el Reino Unido no quieren dar a los niños discapacitados la posibilidad de vivir. Los hospitales del Reino Unido ahora asisten a la muerte de niños.
Hemos luchado por Alfie durante un año y medio y ahora nos hemos dado cuenta de que la vida de nuestros hijos no significa mucho para el Sistema Nacional de Salud.
¡Le suplicamos que ayude a nuestro hijo!
¡El Hospital Alder Hey no quiere dejar que Alfie salga del hospital a menos que esté muerto!
Vemos vida y potencial en nuestro hijo y queremos traerlo aquí a Italia al [hospital infantil vaticano] Bambino Gesú, donde sabemos que estará a salvo y no será eutanasiado.
Cuando Alfie nos muestre a mí o a su mama cualquier signo de sufrimiento o muerte, disfrutaremos cada momento final con él. Pero Alfie no nos ha mostrado aún que esté listo para irse [a la Otra Vida], así que seguimos luchando, como él nos ha enseñado.
Si Su Santidad ayuda a nuestro hijo, Su Santidad estará salvando potencialmente el futuro de nuestros niños en el Reino Unido, especialmente los discapacitados.
Rezamos para que el problema que afrontamos se resuelva pacífica y respetuosamente, porque ningún niño merece esto. Especialmente, no un hijo de Dios.
Los jueces en el Reino Unido no han dicho la verdad sobre nuestro hijo y su condición. Han escuchado a todo lo que ha dicho el hospital y lo han aceptado.
No hay evidencia médica real que diga que Alfie morirá o que tiene esta forma de enfermedad.
Desde que estamos en [el hospital] Alder Hey, desde el 14 de diciembre, nos han pedido más de 100 veces que quitemos la ventilación de Alfie.
Incluso cuando salió del soporte vital durante 3 días, que los doctores del Reino Unido decían que no era capaz, Alfie mostró que los mayores expertos se equivocaban, y aún me empujaban a mí y a su mamá de 19 años para que lo dejáramos morir, incluso cuando estaba ya fuera del soporte vital.
Alfie ha tenido el tubo de soporte en la nariz y garganta por más de 15 meses. ¡Eso está muy mal! Debería –necesita- tener una traqueostomía. Está clínica y profesionalmente muy mal.
No entendemos por qué a nuestro hijo entre muchos otros lo están tratando así. Creemos que es porque es discapacitado y en Reino Unido quieren legalizar la eutanasia.
Por favor, ayúdenos a salvar a nuestro hijo inocente y denos la gracia de asilo para mantener a salvo a nuestra familia y detener todo esto.
El hospital no nos deja dormir, y no nos permite dormir con nuestro propio hijo. Tenemos que sentarnos en una silla toda la noche para confortarlo y protegerlo.
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La fe y la esperanza de unos padres
Hace unos días, en La Bussola Quotidiana, Thomas explicaba el papel de la fe y la esperanza en esta lucha.
“Kate nació en una familia protestante. Solo Alfie y yo estamos bautizados como católicos. Cuando yo era pequeño iba a misa, creo en Dios y sé que es Dios quien le ha dado a Alfie sus derechos… Hemos renunciado a todo en nuestra vida por él, pero hemos querido hacerlo y somos felices por haberlo hecho”, decía.
"Alfie es parte de mí. Alfie ha conquistado nuestro corazón. Y una vez que ha conquistado tu corazón ya no piensas en ti mismo. Piensas solo en él. Ya no piensas en ti de forma individualista. Sí, Alfie nos ha ensanchado el corazón”, explicaba el joven padre.
Kate, la madre, lo ratificaba: “Alfie une a las personas, las cambia, ha unido a nuestras familias. ¡Ha hecho tanto!”
Hay centros dispuestos a acoger al pequeño, y de hecho Tom acudió el día 12 con una ambulancia apta para el traslado a intentar llevarlo a otro hospital. Se han encontrado todo tipo de bloqueos.
Lo que parece estar en juego es el sistema de eutanasia encubierta que ampara el sistema de salud británico, y ya fue desvelado por el caso Charlie Guard.
Kate explica: "Dicen que somos egoístas por querer que siga viviendo, pero si fuésemos verdaderamente egoístas apagaríamos el respirador, le dejaríamos morir y volveríamos a nuestra vida. Tal vez no sonría, tal vez no haga monadas, pero ¿quién sabe qué pasará en el futuro? Nadie es Dios… Y en todo caso, si quiero cuidar a mi pequeño, independientemente de que se despierte o no, debo poderlo hacer sin que nadie me juzgue mal… ¿Por qué, si no sufre, no podemos seguir cuidándole? Aunque no haga lo que otros niños, Alfie llena nuestra vida. El solo hecho de tenerlo aquí con nosotros nos da la fuerza para seguir adelante, llena nuestra vida. Alfie es un sueño”.
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