Milagros pide a quienes, como ella, hayan abortado, «que se acerquen a Dios y oren por sus hijos»
Muchas mujeres que abortan viven durante años con una carga de culpa que las agobia y las mata en vida. El portal Salvar El 1 recoge el breve pero orientador testimonio de Milagros Luciano, que puede ayudarlas:
Hola, ante todo muchas gracias a Dios por darme otro día de vida.
Durante años tuve relaciones difíciles y decisiones que me llevaron a destruirme como persona y también al aborto en diversas ocasiones. ¿Cómo cambié de vida? Pues me hice seguidora de EWTN, un exitoso canal católico y es ahí donde conocí el testimonio de Patricia Sandoval, una gran activista pro vida. En su persona me vi totalmente reflejada, me emocionó su valentía para contarlo y su conversión.
El testimonio de Patricia fue una inspiración y me tocó el corazón de lleno hasta el punto de acercarme a la confesión, lo cual pensé iba a resultar un momento durísimo pero acabó siendo una enorme sanación para mi alma. Todavía no he vivido un retiro post aborto pero imploro y ruego a Dios su misericordia a pesar de no merecerla.
El aborto es algo injustificable, lo digo por experiencia propia. Siento que, a pesar de mi error, Dios me ama, nos ama a todas las mujeres que hemos pasado por esta situación. Mis ángeles, esas inocentes criaturas a las que aborté, están presentes conmigo cada día. Solo pido que mujeres que pasan por la desagradable experiencia del aborto se acerquen a Dios y oren por sus hijos ya que Jesucristo vela por nosotras.
Hola, ante todo muchas gracias a Dios por darme otro día de vida.
Durante años tuve relaciones difíciles y decisiones que me llevaron a destruirme como persona y también al aborto en diversas ocasiones. ¿Cómo cambié de vida? Pues me hice seguidora de EWTN, un exitoso canal católico y es ahí donde conocí el testimonio de Patricia Sandoval, una gran activista pro vida. En su persona me vi totalmente reflejada, me emocionó su valentía para contarlo y su conversión.
El testimonio de Patricia fue una inspiración y me tocó el corazón de lleno hasta el punto de acercarme a la confesión, lo cual pensé iba a resultar un momento durísimo pero acabó siendo una enorme sanación para mi alma. Todavía no he vivido un retiro post aborto pero imploro y ruego a Dios su misericordia a pesar de no merecerla.
El aborto es algo injustificable, lo digo por experiencia propia. Siento que, a pesar de mi error, Dios me ama, nos ama a todas las mujeres que hemos pasado por esta situación. Mis ángeles, esas inocentes criaturas a las que aborté, están presentes conmigo cada día. Solo pido que mujeres que pasan por la desagradable experiencia del aborto se acerquen a Dios y oren por sus hijos ya que Jesucristo vela por nosotras.
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