En EEUU tratan de hacer leyes abortistas con ciencia que ya era caduca en los años 70
Una ginecóloga y una neonatóloga contra el aborto y el concepto arbitrario de «viabilidad fetal»
El 24 de junio el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que la Constitución no recoge ningún derecho al aborto, y por lo tanto cada estado norteamericano puede legislar respecto al tema. Muchos estados buscan ahora establecer leyes sobre el aborto, algunas muy restrictivas, otras muy poco restrictivas, y otras que juegan con el extraño concepto de "viabilidad fetal".
La sentencia Roe vs Wade que generalizó el aborto en EEUU en 1973 ya hablaba de "viabilidad fetal" sin ningún rigor científico, y en cualquier caso la ciencia a la que se refería hace 50 años ha quedado más que caducada.
Dos veteranas doctoras, una ginecóloga y una neonatóloga, han querido comentar el tema con el Detroit Catholic, ya que en el estado de Michigan se han recogido miles de firmas que pretenden someter a voto una ley en otoño que permita el aborto hasta la edad de "viabilidad fetal", algo que el proyecto no define cuando es ni en qué consiste.
Kathryn Moseley, una pediatra y neonatóloga experta y ya retirada, que además es miembro de Right to Life of Michigan (especializada en denunciar cómo el aborto golpea sobre todo a las mujeres negras pobres) rechaza el valor del concepto "viabilidad".
Kathryn Moseley es una veterana neonatóloga y activista provida de Michigan. Foto de Daniel Meloy en el "Detroit Catholic".
"Antes solía decirse que el límite de viabilidad era las 28 o 29 semanas. Ahora hablamos de 22 o 23 semanas. No debería ser la ciencia quien decide, según la tecnología... no debería ser la tecnología quien diga: 'oh, tú puedes vivir' o 'tú has de morir porque no te puedo cuidar fuera del útero'", protesta Moseley.
Corazón que late, cerebro... ¿un día no es humano y otro sí?
También la ginecóloga Catherine Stark señala el absurdo del concepto. "Puedes ver un corazón latiendo y un cerebro que se desarrolla en la embriología temprana. Fue algo al azar que el Tribunal Supremo estableciera en Roe vs Wade que no había un ser humano digno de protección hasta cierta fecha de viabilidad. ¿El tercer trimestre? Es una frontera que se mueve. No tiene sentido científico decir que un día hay algo que no es un ser humano y al día siguiente ya es un humano digno de protección. No tiene ningún sentido", denuncia.
Stark lleva 25 años en la ginecología y ha visto grandes avances en sus propios días. "Las ecografías han devuelto a muchas personas la humanidad del pequeño niño o embrión; puedes ver desde muy pronto en su desarrollo que es un humano. Y en términos de cuidados prenatales tenemos métodos mucho mejores de atender las complicaciones del embarazo y otros problemas médicos. Cuando examinas los avances que hemos hecho en cirugía fetal, con bebés que sobreviven otros defectos, la cantidad de supervivientes que tenemos de lo que antes se consideraban defectos mortales de nacimiento... ¡es asombroso!".
La ginecóloga Catherine Stark de Michigan. Foto: Daniel Meloy en "Detroit Catholic".
¿Por qué en Google no se puede ver cómo es un aborto?
Kathryn Moseley quiere llamar la atención sobre lo que llama "el emperador está desnudo" del aborto. ¿Por qué en Internet se pueden ver todo tipo de operaciones reales pero no abortos?, plantea.
"Si me van a hacer una operación de cadera, puedo ir a YouTube o Google y ver una animación abierta de cómo es la cirugía real que va a tener lugar. Pero no puedes encontrar el aborto en ningún sitio. No lo puedes encontrar en Google. No puedes ver cómo a tu bebé por nacer lo van a desgarrar, el van a quitar miembro a miembro, te lo van a arrancar del útero y luego sus partes desmembradas las van a juntar de nuevo, y si falta alguna, volverán a buscar para quitarla", detalla.
La doctora Moseley denuncia también que los pro-abortos deshumanizan al ser humano en su fase prenatal llamándole "óvulo fertilizado, embrión, feto o montón de células". En realidad, todo son etapas en la vida de un individuo humano, igual que "niño, bebé, adolescente o joven adulto son etapas. Ser embrión no te hace menos humano que ser un lactante. Algunos bebés dirías que parecen poco humanos por cómo se comportan. Pero tenga 95 años o 5 días, sigo siendo yo".
El truco de los casos extremos (que no son aborto)
Algunas leyes abortistas pretenden confundir a la gente con casos extremos, pero como ginecóloga Stark quiere poner las cosas en contexto.
"Un embarazo ectópico, cuando el feto o embrión se implantan en las trompas de Falopio o fuera del útero, suele ser una situación muy peligrosa tanto para la madre como para el niño, y debe tratarse para salvar la vida de la madre", detalla Stark. "Pero tratar eso no se considera un aborto. Todo el mundo está de acuerdo en salvar la vida de la madre. Y las condiciones médicas pre-existentes que pongan en peligro la vida de la madre son muy raras", detalla.
(Muchas leyes, como la española de 1985 y también la actual, usan el concepto "riesgo para la salud de la madre" como un coladero que permite cualquier aborto con la excusa de "riesgo para la salud psíquica o emocional": el embarazo "deprime" a la mujer, y por eso se permite cualquier aborto).
Con la ciencia, y la experiencia, entendieron la realidad
Tanto Moseley como Stark entienden que pueda haber sanitarios ignorantes que no se hayan parado a pensar estos temas básicos. También ellas tuvieron una época en su juventud que apenas le prestaban atención a la ciencia real que hay en la defensa de la vida.
La doctora Moseley quedó transformada cuando hacía prácticas en neonatología, joven, en un hospital. Llegó una mujer con un aborto natural de gemelos, de 14 semanas. Ella antes pensaba que una pérdida así "no era para tanto". "Pero ahí teníamos esos bebés, vivos, pero no viables. Tenían latido. Los padres no querían acoger sus hijos de aborto natural, así que les llevamos a la unidad neonatal de cuidado intensivo, les mantuvimos calientes hasta que murieron. Yo sostuve a esos gemelos de 14 semanas y me di cuenta de que eran bebés y no deberíamos estar matándolos". Como especialista neonatal, Moseley se implicó cada vez más en defender a los bebés y sus madres.
A Catherine Stark le pasó algo similar. Su familia era católica y provida y le habían enseñado que hay que defender la vida en todas sus etapas, pero nunca había reflexionado mucho sobre ello. Lo que la convenció fue la ciencia pura y dura, la embriología que estudió en su universidad estatal.
"Estudié embriología humana, vi como el ser humano se desarrolla desde la concepción, como cambiamos constantemente y nos desarrollamos en distintas edades. Me convenció de la humanidad del niño por nacer", explica Stark. Y sus 25 años de ginecóloga con embarazadas u bebés han reforzado toda esa evidencia científica.
Por último, Stark quiere criticar las excusas sociales a favor del aborto del tipo "la mujer lo necesita para no hundirse en la miseria o el oprobio".
"Los derechos de las mujeres han recorrido una larga senda desde 1973", dice refiriéndose a la caduca época de Roe vs Wade. "Tener niños ya no destruirá la carrera de una mujer. Yo tuve 4 hijos antes de ir a la escuela médica. Tener niños no me quitó la posibilidad de seguir una carrera. Tampoco va a limitar su educación. Como provida debemos trabajar por la capacidad de las mujeres de tener una vida plena, no podemos [la sociedad] lanzar a la mujer a la pobreza por tener hijos, necesitan ver el valor de traer una nueva vida al mundo. Como sociedad debemos apreciarlo y construir una ética de toda vida", propone.