La sobreexposición a las pantallas, un problema de primer orden; otros famosos siguen esta línea
Los Reyes dejan a sus hijas sin televisión, tablet ni internet entre semana, la ciencia les avala
¿Qué hago, dejo a los niños ver más la televisión y navegar por internet con la tablet? ¿Debería mi hijo tener ya un teléfono móvil? Estas preguntas se las hacen miles de padres cada día en España y el resto de Occidente aunque la respuesta no siempre sea la mejor.
Los expertos no paran de advertir del abuso que se hace del consumo televisivo -los niños españoles están delante de la pantalla más de dos horas y media al día de media- y de los riesgos que entraña el uso sin control de internet y de los teléfonos móviles con aplicaciones como Whatsapp, Youtube o Instragram. Y todo esto se está convirtiendo en un problema de primer orden en el que pocos hacen algo para remediarlo.
Sin embargo, la cultura dominante va en dirección contraria y cada vez niños más pequeños tienen móviles con acceso a la red y tabletas con las que pueden surcar el amplio mundo de internet, con todos lo que ello entraña por muchos filtros paternos que existan.
Los Reyes prefieren menos pantallas
Sin embargo, comienza a surgir una contracultura que va por otro lado y que apuesta porque los niños jueguen entre ellos, lean o pinten alejando un poco esta apabullante exposición de las pantallas sobre sus hijos. Es el caso de los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, de la que es conocida su preocupación porque sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofia crezcan como cualquier otra niña.
Los Reyes quieren que sus hijas no estén expuestas de manera abusiva a las pantallas
Esta semana numerosos medios de comunicación se hacían eco de una conversación que la reina tuvo con otra madre durante un acto público, motivo por el cual ha llegado a ser tildada de ser demasiado dura con la educación de sus hijas. La reina Letizia comentó que Leonor y Sofía “no pueden ver la televisión de lunes a viernes, ni jugar con la tablet ni navegar por internet. Tienen los fines de semana para eso”.
Sus palabras no han encontrado gran acogida entre la misma prensa que luego publica informes sobre los efectos que sufren los niños por la sobreexposición a las pantallas.
Pese a su alta posición en la realeza, los Reyes no quieren 'malcriar' a sus hijas y en otra ocasión ya fueron acusados de ser demasiado estrictos al no permitir a las niñas comer gominolas sino únicamente los fines de semana y en los cumpleaños de sus amigos.
Los hijos de Raúl, sin móviles
Sin embargo, no es este un caso aislado. Hay un pensamiento muy extendido que afirma que las personas que tienen mucho dinero deben tener absolutamente de todo y abusar de ello.
Pero no siempre es así. En una entrevista que publicó hace unos meses Vanity Fair, el exdelantero del Real Madrid y capitán de la selección española, Raúl González y su esposa Mamen Sanz, defendían también el llevar una vida sencilla que repercuta de la misma manera en sus hijos.
Este matrimonio tiene cinco hijos (Jorge de 16 años, Hugo de 12, los gemelos Mateo y Héctor de 9 y María de 5) y pese a que los mayores están ya en la adolescencia ninguno de ellos tiene teléfono móvil. Y los padres quieren que siga siendo así. “Prefiero que los niños jueguen entre ellos, no tienen ni móvil. Mañana vamos a Washington a un partido del mayor, cinco horas los siete en el coche y sin tablet ni vídeos”, contaba la mujer de Rául
Sólo una televisión en la casa
La familia González da gran importacia a la vida en familia y la protegen sobre todo. Y por ello sólo tienen una televisión en toda la casa. Ni en la cocina, ni en ninguno de los dormitorios.
Raúl González y Mamen Sanz tienen cinco hijos. El mayor tiene 16 años y la menor 5
Primar la vida en familia sobre todo
Y actúan en consecuencia:
“En Nueva York la vida es muy diferente. Casi no usamos el coche. Vamos en metro o caminando. No es una ciudad pensada para cinco niños, no se ven esas familias por la calle. Pero hemos tenido suerte, acuden a un colegio católico que está a doce bloques andando. Se han integrado muy bien y el mayor está ya en la high school. El fin de semana vamos todos a Central Park a montar en bici o a correr”.
Hasta la Policía alerta del acceso de los menores a estas tecnologías
Prueba de la preocupación creciente sobre el uso de los menores de estos dispositivos es la enorme acogida en lecturas que ha tenido en Religión en Libertad la valoración sobre este asunto de Esther Arén Vidal, inspectora Jefe del Cuerpo Nacional de Policía y especialista en la lucha contra el acoso a menores y los ciberdelitos relacionados con ello en España.
"Si le das a un menor un coche con catorce años, sin carnet de conducir, sin acompañarle, está claro que no quedará ileso. Ahora a los niños de menos de 14 años le estamos dando terminales de última generación para que vayan a 200 por las redes sin que tengan idea. Dicen: 'es que el niño es el que sabe'. No: el niño es el que más lo usa, pero no tiene ni idea", previene.
"Los especialistas dicen que con menos de doce años no se les debe dar un móvil, y menos con conexión a Internet. Whatsapp no se debe tener hasta los 16 años, lo dice la propia red Whatsapp, y eso casi nadie lo sabe". De esta manera será más fácil evitar acosadores, pedófilos y el acoso.
La ciencia también lo tiene claro
Pero los padres también pueden enfrentarse a riesgos serios en la salud de sus hijos que tendrán importantes consecuencias en el futuro. El psicólogo Alberto Soler alerta tras analizar más de 40 estudios científicos de los problemas a los que se enfrenta la conocida como “generación de la pantalla” y que se ha criado con la televisión, las tabletas, los móviles y todo tipo de dispositivos.
Para ello, cita un informe de la Academia Americana de Pediatría (APP) que dice lo siguiente:
“La AAP recomienda que los padres establezcan “zonas libres de pantallas” en el hogar, asegurándose de que no hay televisión, ordenador o videojuegos en los dormitorios de los niños, y apagando la televisión durante las comidas. Los niños y adolescentes deberían usar estos medios durante no más de una o dos horas diarias, y siempre con contenidos de alta calidad. Es importante para los niños emplear su tiempo en juegos al aire libre, lectura, aficiones y uso de su imaginación en situaciones de juego libre”.
Decenas de estudios avisan de las consecuencias del uso abusivo de estos dispositivos
Son muchos también los estudios científicos que afirman que el exceso de exposición a la televisión y ahora a tabletas y móviles está asociado a una amplia variedad de efectos negativos sobre la salud que van desde el incremento de la violencia y de conductas agresivas, imágenes sexuales distorsionadas, problemas de atención y aprendizaje, de imagen corporal o nutricionales.
Un "problema de salud pública"
Por ejemplo, Michel Desmurguet, investigador francés del INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica) analiza en un estudio esta gran exposición a las pantallas llegando a la conclusión de que influye negativamente en el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes, especialmente en áreas como el rendimiento académico, el lenguaje, la atención, el sueño y las conductas agresivas.
El investigador francés habla de un problema de salud pública:
“Durante los últimos años, el tiempo empleado frente a varias pantallas, incluyendo televisión, videojuegos, smartphones y ordenadores, se ha incrementado dramáticamente. Numerosos estudios muestran, con notable consistencia, que esta tendencia tiene un fuerte impacto negativo en el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes. Las áreas afectadas incluyen, en particular, resultados académicos, lenguaje, atención sueño y agresividad. Creemos que este problema, habitualmente menospreciado (por no decir que negado), debe ser considerado como un importante problema de salud pública. Los médicos de atención primaria deben informar a padres e hijos acerca de este tema y proporcionar una prevención eficaz”.
Un ejemplo vale más que mil palabras
Pone además como ejemplo el experimento realizado por el pediatra Peter Winterstein acerca de la influencia del consumo televisivo en los niños. Este alemán solicitó a casi 2.000 niños de entre 5 y 6 años, alumnos de escuelas públicas, que dibujaran una figura humana. Luego analizó los dibujos a la luz del consumo de televisión que tenían habitualmente. Los resultados saltan a la vista.
En la imagen que se muestra a continuación se ven los dibujos realizados por niños que visualizan la televisión menos de una hora al día y después los realizados por niños que están más de tres horas diarias frente al televisor.
Experimento de Peter Winterstein acerca de la influencia del consumo televisivo
Los expertos no paran de advertir del abuso que se hace del consumo televisivo -los niños españoles están delante de la pantalla más de dos horas y media al día de media- y de los riesgos que entraña el uso sin control de internet y de los teléfonos móviles con aplicaciones como Whatsapp, Youtube o Instragram. Y todo esto se está convirtiendo en un problema de primer orden en el que pocos hacen algo para remediarlo.
Sin embargo, la cultura dominante va en dirección contraria y cada vez niños más pequeños tienen móviles con acceso a la red y tabletas con las que pueden surcar el amplio mundo de internet, con todos lo que ello entraña por muchos filtros paternos que existan.
Los Reyes prefieren menos pantallas
Sin embargo, comienza a surgir una contracultura que va por otro lado y que apuesta porque los niños jueguen entre ellos, lean o pinten alejando un poco esta apabullante exposición de las pantallas sobre sus hijos. Es el caso de los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, de la que es conocida su preocupación porque sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofia crezcan como cualquier otra niña.
Los Reyes quieren que sus hijas no estén expuestas de manera abusiva a las pantallas
Esta semana numerosos medios de comunicación se hacían eco de una conversación que la reina tuvo con otra madre durante un acto público, motivo por el cual ha llegado a ser tildada de ser demasiado dura con la educación de sus hijas. La reina Letizia comentó que Leonor y Sofía “no pueden ver la televisión de lunes a viernes, ni jugar con la tablet ni navegar por internet. Tienen los fines de semana para eso”.
Sus palabras no han encontrado gran acogida entre la misma prensa que luego publica informes sobre los efectos que sufren los niños por la sobreexposición a las pantallas.
Pese a su alta posición en la realeza, los Reyes no quieren 'malcriar' a sus hijas y en otra ocasión ya fueron acusados de ser demasiado estrictos al no permitir a las niñas comer gominolas sino únicamente los fines de semana y en los cumpleaños de sus amigos.
Los hijos de Raúl, sin móviles
Sin embargo, no es este un caso aislado. Hay un pensamiento muy extendido que afirma que las personas que tienen mucho dinero deben tener absolutamente de todo y abusar de ello.
Pero no siempre es así. En una entrevista que publicó hace unos meses Vanity Fair, el exdelantero del Real Madrid y capitán de la selección española, Raúl González y su esposa Mamen Sanz, defendían también el llevar una vida sencilla que repercuta de la misma manera en sus hijos.
Este matrimonio tiene cinco hijos (Jorge de 16 años, Hugo de 12, los gemelos Mateo y Héctor de 9 y María de 5) y pese a que los mayores están ya en la adolescencia ninguno de ellos tiene teléfono móvil. Y los padres quieren que siga siendo así. “Prefiero que los niños jueguen entre ellos, no tienen ni móvil. Mañana vamos a Washington a un partido del mayor, cinco horas los siete en el coche y sin tablet ni vídeos”, contaba la mujer de Rául
Sólo una televisión en la casa
La familia González da gran importacia a la vida en familia y la protegen sobre todo. Y por ello sólo tienen una televisión en toda la casa. Ni en la cocina, ni en ninguno de los dormitorios.
Raúl González y Mamen Sanz tienen cinco hijos. El mayor tiene 16 años y la menor 5
Primar la vida en familia sobre todo
Y actúan en consecuencia:
“En Nueva York la vida es muy diferente. Casi no usamos el coche. Vamos en metro o caminando. No es una ciudad pensada para cinco niños, no se ven esas familias por la calle. Pero hemos tenido suerte, acuden a un colegio católico que está a doce bloques andando. Se han integrado muy bien y el mayor está ya en la high school. El fin de semana vamos todos a Central Park a montar en bici o a correr”.
Hasta la Policía alerta del acceso de los menores a estas tecnologías
Prueba de la preocupación creciente sobre el uso de los menores de estos dispositivos es la enorme acogida en lecturas que ha tenido en Religión en Libertad la valoración sobre este asunto de Esther Arén Vidal, inspectora Jefe del Cuerpo Nacional de Policía y especialista en la lucha contra el acoso a menores y los ciberdelitos relacionados con ello en España.
"Si le das a un menor un coche con catorce años, sin carnet de conducir, sin acompañarle, está claro que no quedará ileso. Ahora a los niños de menos de 14 años le estamos dando terminales de última generación para que vayan a 200 por las redes sin que tengan idea. Dicen: 'es que el niño es el que sabe'. No: el niño es el que más lo usa, pero no tiene ni idea", previene.
"Los especialistas dicen que con menos de doce años no se les debe dar un móvil, y menos con conexión a Internet. Whatsapp no se debe tener hasta los 16 años, lo dice la propia red Whatsapp, y eso casi nadie lo sabe". De esta manera será más fácil evitar acosadores, pedófilos y el acoso.
La ciencia también lo tiene claro
Pero los padres también pueden enfrentarse a riesgos serios en la salud de sus hijos que tendrán importantes consecuencias en el futuro. El psicólogo Alberto Soler alerta tras analizar más de 40 estudios científicos de los problemas a los que se enfrenta la conocida como “generación de la pantalla” y que se ha criado con la televisión, las tabletas, los móviles y todo tipo de dispositivos.
Para ello, cita un informe de la Academia Americana de Pediatría (APP) que dice lo siguiente:
“La AAP recomienda que los padres establezcan “zonas libres de pantallas” en el hogar, asegurándose de que no hay televisión, ordenador o videojuegos en los dormitorios de los niños, y apagando la televisión durante las comidas. Los niños y adolescentes deberían usar estos medios durante no más de una o dos horas diarias, y siempre con contenidos de alta calidad. Es importante para los niños emplear su tiempo en juegos al aire libre, lectura, aficiones y uso de su imaginación en situaciones de juego libre”.
Decenas de estudios avisan de las consecuencias del uso abusivo de estos dispositivos
Son muchos también los estudios científicos que afirman que el exceso de exposición a la televisión y ahora a tabletas y móviles está asociado a una amplia variedad de efectos negativos sobre la salud que van desde el incremento de la violencia y de conductas agresivas, imágenes sexuales distorsionadas, problemas de atención y aprendizaje, de imagen corporal o nutricionales.
Un "problema de salud pública"
Por ejemplo, Michel Desmurguet, investigador francés del INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica) analiza en un estudio esta gran exposición a las pantallas llegando a la conclusión de que influye negativamente en el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes, especialmente en áreas como el rendimiento académico, el lenguaje, la atención, el sueño y las conductas agresivas.
El investigador francés habla de un problema de salud pública:
“Durante los últimos años, el tiempo empleado frente a varias pantallas, incluyendo televisión, videojuegos, smartphones y ordenadores, se ha incrementado dramáticamente. Numerosos estudios muestran, con notable consistencia, que esta tendencia tiene un fuerte impacto negativo en el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes. Las áreas afectadas incluyen, en particular, resultados académicos, lenguaje, atención sueño y agresividad. Creemos que este problema, habitualmente menospreciado (por no decir que negado), debe ser considerado como un importante problema de salud pública. Los médicos de atención primaria deben informar a padres e hijos acerca de este tema y proporcionar una prevención eficaz”.
Un ejemplo vale más que mil palabras
Pone además como ejemplo el experimento realizado por el pediatra Peter Winterstein acerca de la influencia del consumo televisivo en los niños. Este alemán solicitó a casi 2.000 niños de entre 5 y 6 años, alumnos de escuelas públicas, que dibujaran una figura humana. Luego analizó los dibujos a la luz del consumo de televisión que tenían habitualmente. Los resultados saltan a la vista.
En la imagen que se muestra a continuación se ven los dibujos realizados por niños que visualizan la televisión menos de una hora al día y después los realizados por niños que están más de tres horas diarias frente al televisor.
Experimento de Peter Winterstein acerca de la influencia del consumo televisivo
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