Ser religioso favorece la vida emocional y sexual
Otro estudio que destruye mitos: las personas religiosas tienen vidas sexuales más satisfactorias
Ya no sólo es el Magisterio de la Iglesia el que lo afirma y lo defiende. Cada vez más estudios científicos avalan lo que el cristianismo ha defendido estos dos mil años: la mejor vida sexual es que la se vive en el matrimonio y desde una perspectiva cristiana, en el que el amor y la apertura a la vida van unidas.
Unas conclusiones que rompen todos los mitos que se han instalado en la sociedad entorno a la sexualidad en las personas católicas. En este sentido, el informe afirma que ser una persona religiosamente activa favorece la vida emocional y sexual.
Mientras tanto, el pensamiento único vende que sólo importa el placer, arrancándolo de su verdadera dimensión, que es unido al amor, lo que genera la frustración de muchas personas. Esto acaba reflejándose en estos estudios. Aunque tengan muchas relaciones sexuales con distintas personas no logran tener una vida sexual satisfactoria.
En 2014, la revista científica Proceedings of the National Academy of Science aseguraba que el bienestar psicofísico se coloca justo en frente del placer inmediato egoísta y hedonista. Por tanto, los que mejor disfrutan de la sexualidad son aquellos que entienden que el sexo no es sólo sexo, sino mucho más. Y como expresión de amor de la pareja fortalece a ambos repercutiendo en su felicidad.
La “revolución sexual” que lleva décadas arrasando el mundo defiende que el sexo por el sexo es el mejor camino para la felicidad. Pero no es así. Al menos según el último estudio publicado en la revista científica Applied Research in Quality of Life y que contradice estos argumentos.
Comparación entre personas religiosas y no religiosas
Comparación entre personas religiosas y no religiosas
Según los autores, los psicólogos de la Universidad de Oporto Félix Nieto y María da Conceiçao Pinto, las personas que asisten regularmente a la iglesia son más felices y están más satisfechos con su vida sexual, en comparación con aquellos que no son religiosos.
Unas conclusiones que rompen todos los mitos que se han instalado en la sociedad entorno a la sexualidad en las personas católicas. En este sentido, el informe afirma que ser una persona religiosamente activa favorece la vida emocional y sexual.
Este aspecto va en consonancia, según los autores, con otros estudios que asocian el compromiso religioso con una mejor salud mental, una mayor satisfacción con la vida y mejores relaciones sexuales en pareja.
Para realizar la investigación estos dos psicólogos utilizaron una muestra de la población portuguesa, en total 1.283 adultos hombres y mujeres con edades que oscilaban entre los 18 y 90 años de edad. Además, cabe destacar que el informe no buscaba previamente estas conclusiones acerca de la religiosidad de las personas sino que fue la respuesta que se obtuvo tras analizar los datos. Es decir, no se ‘cocinó’ para que el estudio dijera lo que los autores pudieran pretender, tal y como ha ocurrido con otros relacionados con el mundo LGTB.
Otros estudios avalan esta conclusión
Otros estudios avalan esta conclusión
Sin embargo, este no es el primer estudio científico que va en esta línea. En 2013 la Universidad de Chicago publicaba otro informe que aseguraba que la mayor tasa de sexo placentero se producía en personas casadas que asistían a la iglesia al menos una vez por semana. El motivo esgrimido es que para conseguir tener una vida sexual satisfactoria se tiene que involucrar todos los aspectos del ser, tanto la física como la emocional.
Mientras tanto, el pensamiento único vende que sólo importa el placer, arrancándolo de su verdadera dimensión, que es unido al amor, lo que genera la frustración de muchas personas. Esto acaba reflejándose en estos estudios. Aunque tengan muchas relaciones sexuales con distintas personas no logran tener una vida sexual satisfactoria.
En 2014, la revista científica Proceedings of the National Academy of Science aseguraba que el bienestar psicofísico se coloca justo en frente del placer inmediato egoísta y hedonista. Por tanto, los que mejor disfrutan de la sexualidad son aquellos que entienden que el sexo no es sólo sexo, sino mucho más. Y como expresión de amor de la pareja fortalece a ambos repercutiendo en su felicidad.
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